


Nildo se unió a la guerrilla del ELN cuando tenía 15 años. Hacía parte de la comunidad indígena Embera en el municipio Bajo Baudó, en el Departamento del Chocó. Cuenta que cuando decidió irse a la guerrilla, no tenía muy claro a qué se estaba uniendo exactamente. Lo deslumbraron las armas y los trajes de los guerrilleros que circulaban por la región, y decidió que quería verse como ellos, tener un arma y volver a su comunidad para que vieran que ya no era como ellos. En 2016, dos semanas antes de cumplir la mayoría de edad, decidió escapar de las filas de la guerrilla.


Los animales fueron muy importantes en toda su infancia, especialmente a través de la práctica de la cacería. Su padre le enseñó desde niño a conseguir comida en medio de la selva, para lo cual era necesario entablar una relación múltiple con lo animal. Los perros domésticos eran su compañía y su apoyo para atrapar animales como la Guagua (Paca común) o el Zaino, pero muchas veces se convertían en un estorbo o un impedimento para atrapar ciertas presas, sobre todo los pájaros (sus ladridos podían espantarlos). Estos últimos ocupan un lugar especial en la memoria de Nildo. Para cazarlos, su padre le enseñó a moverse silenciosamente por el monte, a escuchar con atención y a esperar con paciencia, tal como hacen los depredadores. Recuerda las largas jornadas en medio de la selva intentando crear una relación de percepción atenta con los animales: diferenciar sus sonidos, identificar su cercanía. Pero su padre también le enseñó a imitar los sonidos de algunas aves para atraerlas. Así, Nildo aprendió a producir los sonidos de pájaros como el Paletón (Tucán) o la Perdiz solo con sus manos, o con la ayuda de pequeñas hojas de los árboles.




Hojas de plantas usadas por Nildo para producir los sonidos
Sobre el proyecto

Sonidos y Fotografia
Nildo recordaba con claridad los primeros días en que su padre lo llevaba a caminar por la selva para aprender a cazar. El primer paso era poder quedarse quieto, muy quieto, y escuchar. Hacerse imperceptible para el animal para percibirlo a él. Primero, escuchar a los pájaros, verlos acercarse y luego huir. Después, aprender a llamarlos, a imitar su sonido con la ayuda de las hojas de los árboles. En el laboratorio, Nildo decidió imitar los animales que aprendió de la mano de su padre.

Devenir animal


NILDO
Nildo vive en Bogotá, con su esposa Elena y sus dos hijos. Trabaja en construcción.